Nominado a Mejor proyecto inmobiliario de densificación equilibrada
El edificio Riesco Leguía se presenta como un volumen liviano, rectangular y simple. A nivel de suelo, se emplaza la recepción como único volumen, un espacio transparente y limpio que se integra a su entorno. Para poder lograr esto, se consideró la cantidad mínima de muros por fachada para que, junto al núcleo vertical, estructuras del edificio liberaran el primer piso.
Otra iniciativa que se consideró para incorporar la esquina al entorno fue soterrar los cables, ubicar los estacionamientos de visitas en nivel subterráneo y eliminar las rejas, para generar una mejora calidad urbana, tanto al usuario del edificio como al peatón. En su exterior, el paisajismo entrega un área verde para la ciudad, la cual contempla la incorporación de esculturas que se mantienen activas tanto de día como de noche a través de la luz.
Esta esquina busca ser un espacio para la cultura, conectando el barrio al proyecto, potenciando y complementando la activa vida peatonal del sector. En cuanto a la estructura del edificio, se plantea que los muros estructurales se proyecten solo en el perímetro. Estos se van desplazando en cada nivel para así dar mayor movimiento a las fachadas y liberar las vistas desde el interior al entorno.